domingo, 29 de noviembre de 2015

¡MITOS SOBRE LA DIABETES!


La sombra sobre los edulcorantes lleva décadas provocando inseguridad y alarma entre la población.

Tomando perspectiva histórica, hay que señalar que los ciclamatos fueron prohibidos para su uso como aditivos alimentarios en los Estados Unidos y otras partes del mundo debido a los temores de carcinogenicidad. Este temor fue debido a que se demostró que la sacarina causaba cáncer de vejiga en los ratones, y se emitió la alerta de que lo mismo podría ocurrir en seres humanos. 

Pero posteriores estudios, permitieron que la FDA (Food and Drug Administration) dejara de categorizar a la sacarina como carcinógena. Su uso ha sido probado por la OMS y más de 100 países. Su relación con el cáncer se ha investigado profundamente, demostrando que NO HAY RELACIÓN ENTRE LA SACARINA Y EL CÁNCER EN HUMANOS.

Desde hace ya tiempo, antiguos estudios como este, con una gran muestra de diabéticos británicos concluyó que incluso los niveles altos de sacarina no incrementan el riesgo de cáncer. Es más, la etiología del cáncer de vejiga en animales que hemos mencionado anteriormente, y sobre la que se fundan todos los temores hacia los edulcorantes, se debe a los cálculos renales que produce una muy alta cantidad ingerida en ratones por esos ensayos, de la misma manera que un abuso de sal o azúcar los podría provocar.

Ha día de hoy el NCI (National Cancer Institute) recoge no se ha encontrado evidencia de que la SACARINA produzca cáncer en humanos y en el año 2000 fue eliminada como cancerígena por el National Toxicology Program.

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