Ha sido la educación sanitaria de los manipuladores de alimentos, con especial interés en las prácticas higiénicas de la manipulación y en los hábitos de higiene adecuados, la que se ha manifestado realmente eficaz en la prevención de las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETAs). Por lo tanto, una adecuada manipulación de los alimentos, desde que se producen hasta que éstos se consumen, actúa directamente sobre la salud de las poblaciones.
El profesional de la alimentación, en cualquiera de sus modalidades, tiene ante sí la gran responsabilidad de respetar y proteger la salud de los consumidores por medio de una manipulación adecuada y especialmente cuidadosa.
"MEJORAR LA CALIDAD DEL SERVIO, MEDIANTE EL SEGUIMIENTO DE UNOS CONSEJOS BÁSICOS, SIENDO CONSCIENTES DE LA IMPORTANCIA QUE TIENE LA TAREA QUE SE REALIZA, SIGNIFICA COLABORAR EN LA PROTECCIÓN DE LA SALUD DE LOS CONSUMIDORES"
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