lunes, 3 de diciembre de 2012

FECHA DE CADUCIDAD Y CONSUMO PREFERENTE

Alrededor de un tercio de los alimentos destinados al consumo humano se desperdician, lo que suponen a nivel mundial 1,3 millones de toneladas de residuos al año.

El desperdicio de alimentos tiene lugar a lo largo de toda la cadena alimentaria, tanto en la producción como en la distribución y venta de alimentos, pero se ha comprobado que más del 40% es desperdiciado en los hogares, debido principalmente a la falta de planificación en las compras, a la confusión con los datos que aparecen en la etiqueta (fechas de caducidad y recomendaciones de almacenamiento), al desecho de sobras, etc.

Fecha de caducidad y consumo preferente son dos conceptos que no deben de confundirse:

FECHA DE CADUCIDAD: a partir de ella, el producto no se debe ingerir, ya que no es adecuado para el consumo. No obstante, se puede consumir el producto hasta el mismo día en el que aparece la fecha. Se utiliza en productos muy perecederos desde el punto de vista microbiológico: pasteurizados (leche, cremas,...) carnes o envasados al vacío. 

Se indicará la leyenda "Fecha de Caducidad" seguida de la fecha (o la indicación del lugar donde se especifica), que consistirá en día, mes y año, en este orden. Estas informaciones deberán completarse con una descripción de las condiciones de conservación del alimento.


CONSUMO PREFERENTE: tiempo en el cual el producto sin abrir mantiene sus propiedades en condiciones adecuadas de conservación. Pasada esta fecha, la calidad del producto puede disminuir, pero en ningún caso conlleva problemas para la salud. Se utiliza en alimentos con poca agua (aceite, legumbres, cereales), deshidratados (purés, sopas), esterilizados (latas) y en huevos. La fecha de consumo preferente o duración mínima de un alimento es la fecha hasta la cual el producto mantiene sus propiedades específica, siempre que se guarde en condiciones de conservación adecuadas.

Se comunicará precedida de "consumir preferentemente antes del...", cuando se especifique el día, o "consumir preferentemente antes del fin de o de finales de...", en los demás casos. Si fuera preciso, esta información deberá completarse con las condiciones de conservación que deben respetarse para asegurar la duración indicada. La fecha estará compuesta por la indicación clara y ordenada de día, mes y año. No obstante, en los alimentos cuya duración sea inferior a tres meses, bastará con indicar día y mes. Para intervalos de duración entre tres y dieciocho meses, bastará indicar mes y año. Por último, para alimentos cuya duración supere los dieciocho meses, bastará con indicar el año.

La fecha de caducidad indica cuándo el producto no es seguro, mientras que la del consumo preferente señala un descenso de la calidad, no de la seguridad


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